Una habitación de costura, esa es la cuestión.
Cuando te decides a coser como afición, al principio piensas: “total para unos ratitos que me pongo, con este mini rincón que me dejéis en el salón me vale; Al lado de los juguetes de los niños y debajo de la estantería donde ponemos la enciclopedia”.
Este planteamiento acaba en desastre a medida que la afición crece: el suelo del salón todo el día lleno de hilos y retalitos, niños jugando con las bobinas, bebé invitado que curiosea con unas tijeras, perro mordiendo la cinta métrica…
Te hace falta una habitación de costura. Ahora es cuando tú dices: “ya, pues como no eche a dos o tres de casa no sé de donde saco una habitación solo para mí”
Vale, la situación ideal es una habitación entera, pero con media nos vale. Vamos a ver qué es lo imprescindible, y os voy enseñando fotos explicativas.
PASO UNO: ¿QUÉ VOY A HACER ALLI?
Antes de empezar a buscar en Pinterest como loca, has de reflexionar para qué quieres el rincón de costura. No necesitarás lo mismo para hacer arreglos de ropa (normalmente en esta actividad no cortarás patrones ni grandes dimensiones en telas), que si te gusta ser modista, o confeccionas ropa de hogar (mesa grande imprescindible), o si haces patchwork (incluso dentro del patch, si no haces “quilts” (mantas), tampoco necesitas una mesa tan grande).
PASO DOS: ARMONIA
Otra reflexión inicial es que un rincón de costura agradable y que invite a sentarse a disfrutar no debería parecerse a un taller ni a una «habitación Frankestein». Le daremos un punto cuqui, dentro de nuestras posibilidades, y vamos a ver si somos capaces de encajarlo en nuestra decoración existente sin que nos exploten los ojos. Todo lo que quede a la vista es fundamental que sea un conjunto armónico. Ya es complicado buscar una gama cromática homogénea en un sitio donde tendremos telas e hilos de mil colores, como para encima saturarlo con cajas estridentes, con cuadros del siglo II, con papel pintado setentero o con cortinas que eran de tu hijo estampadas de Rayo McQueen… Como casi siempre, “menos es más”.
Elijamos, para lo que no es puramente material de costura, una línea más o menos neutra en colores y en coordinación.
Te muestro para empezar mi propia habitación de costura. He escogido muebles blancos, papel pintado y cortinas en blanco roto y azul claro, y tapizados y detalles en azul y marrón:
Mira estas otras, que cumplen estas premisas también de cierta neutralidad dentro del caos de material:
Una vez aclarado un poco el entorno, vamos al meollo del asunto. Una habitación de costura necesita mobiliario, material y maquinaria. Veamos si es posible no tener que jugar al Tetris cada vez que vayamos a subir el bajo de unos pantalones:
PASO TRES: EL MOBILIARIO
Mesa, silla, muebles de almacenaje e iluminación. Ese es el esqueleto que debemos armar primero.
LA SILLA
Lo más fácil es la silla.Se necesita una silla con asiendo mullido, con respaldo y sin brazos (o que éstos se puedan plegar a voluntad, a veces molestan porque se enredan las telas). Comodidad ha de ser la premisa fundamental. Vas a pasar allí muchas horas sentada. Hay gente que usa taburetes porque tiene una mesa muy alta. Vale, pero solo para tareas puntuales, que incluso podrías hacer de pie: patronar, cortar tejido, presentaciones pre-montaje… pero para sentarse a coser, necesitas silla cómoda. Yo uso una de despacho, muy normalita pero funcional, que he forrado con una tela azul que me coordina con el entorno. Ya no la venden, así que te dejo este enlace donde ver una muy parecida
LA MESA
Mejor deberíamos decir “las mesas”. Si os fijáis, yo tengo dos tipos de mesa. Una estrecha y larga donde pongo las máquinas (la electrónica de coser, remalladora y recubridora) y una plegable cuadrada para los trabajos de patronaje, corte y presentación. Si tuviera más espacio cambiaría ambas por una gran mesa alta, como las que hay por ejemplo en el taller de Eometric o en el de Maza Coatelier, que me encantan ambos espacios (que son lugares profesionales de trabajo, ya sé que no son casas convencionales, pero soñar es gratis):
A pesar de todo, me gusta mi mesa estrecha de las máquinas porque prefiero que los tejidos vayan cayendo a medida que se cosen, y no se apelotonen contra la pared, dificultando la costura. Fijaros en la diferencia entre estas dos estaciones de trabajo de las fotos, ¿donde creéis que se cose más cómodo?
ALMACENAJE
Si además la mesa puede hacer funciones de almacenaje, miel sobre hojuelas. En los ejemplos que os acabo de poner, es así. Mi mesa estrecha no lo cumple, es una desventaja en mi caso. Solo tiene dos cajoncillos que no me apañan nada.
Lo más importante, según mi experiencia, es tener cuantas menos cosas desperdigadas mejor. Muebles que puedan albergar de forma fácil cajones, cajas, vitrinas, cestos… Mejor si está todo recogidito. El objetivo es que el rincón de costura sea para ti un sitio de trabajo pero también de paz. Que el momento de recoger al final de la tarea sea realmente un momento, no un calvario.
El que esté todo el material más o menos agrupado implica que no acumulará polvo: Menos que limpiar y menos alergias (las telas son atractoras extraordinarias de ácaros)
Con esta premisa, os enseño muebles accesibles a cualquiera en los que guardar y almacenar fácilmente:
LA ILUMINACION
No hace falta que os diga que la luz natural es la mejor. Pero claro, necesitaremos luz artificial para días oscuros, para la noche y para enfocar mejor en los detalles.
La iluminación general de la habitación, que sea mejor cálida y sin enfocar más a unas zonas que a otras. Aparte, necesitaremos una lámpara de escritorio si necesitamos más intensidad en alguna zona o no es suficiente para la zona específica de trabajo; Yo, además, tengo una lamparita led para iluminar de manera mucho más intensa las máquinas según las uso. Es una lamparita con manguera flexible y ajustable que puedo desplazar entre máquinas porque se adhiere a ellas con un imán que puse en cada una. Si tenéis curiosidad, es esta
PASO 4: ALMACENAJE DE MATERIAL
Ahora llega lo bueno, los contenedores para el material. Para mí es un auténtico entretenimiento buscar la mejor forma de guardar los útiles y materiales para que luego me acuerde de dónde están almacenados. La norma a seguir es: que estén guardados pero a mano, bien clasificados y de fácil recuerdo.
Por eso ganaría el contenedor transparente, claro. Pero tampoco abusar de ello porque entonces todo el contenido está a la vista, con todos sus colores llamando la atención, y ya hemos dicho que no nos interesa que nuestro rincón parezca un taller.
Lo vais a ver claro en estas dos fotos: En la primera está todo súper ordenado en contenedores transparentes, pero a mí al menos no me parece un sitio cálido. En la segunda foto hay mezcla y da otra sensación, no?
Mi elección es la siguiente (al final de todo os pongo enlaces con ejemplos de dónde comprar las cosas, como orientación, y en fotos os voy dando ideas)
–Cintas y cordones enrollados y bien colocadas para evitar el efecto enredadera. Si no hay sitio para exponerlas, las pondremos en una caja pero prometiendo orden al guardarlas (me siento Marie Kondo).
–Botones en botes de cristal. Si tienes muchos, los clasificas incluso en colores en varios botes.
–Elementos “verticales”: yo llamo así a las reglas, tijeras, lápices, marcadores, cúters…. En mi habitación están en un expositor pequeño separado del resto del material, pero hay gente que le gusta ponerlo en un panel de agujeritos. Este último te va a servir para colgar un montón de cosas más. Si quieres curiosear por internet, se llaman “peg boards”. En Pinterest hay millones.
Mi almacenamiento de elementos verticales junto al primer bolso que hice
-Los patrones: yo los enrollo, los meto en tubos de cartón y los guardo para que no queden a la vista, pero si tienes muchos, lo mejor es pasarlos a láminas de plástico Pvc flexible, hacer agujeros y colgarlos en perchas.
-las revistas y libros: las revistas yo las guardo en cestas si son recientes y en archivadores si son muy antiguas. Los libros en estanterías, eso era fácil.
-los hilos: yo tengo mi adoradísimo expositor comercial de Gutermann que es el tesoro de mi habitación, sé que no tendré vida para gastar los 3 carretes de cada uno de los 200 colores que vienen, pero chicas, caprichos hay que darse de vez en cuando.
Otra opción menos ambiciosa es colgar los carretes de hilos en expositores. Muy importante: nos olvidamos de la caja de galletas de la abuela. Así no se encuentran los colores a la primera y queda muy feo abrir la lata y ver ahí entremezclados todos los hilos, os lo tenía que decir. Para que no se llenen de polvo, se puede meter el expositor en una vitrina y chimpún. Estos te valen para las canillas también, las grandes olvidadas.
-las telas: Depende de los tamaños. Si son muy grandes a mí me gusta dejarlas enrolladas en sus tubos de cartón y meter todos los tubos en un cesto grande, en una esquina. Si son grandes pero van dobladas, en cajones profundos y dentro de un armario; Si son retales, en cajas o cestas normales: cartón, mimbre, metal… Me duelen los ojos al ver desperdigados los retalitos.
–material variado: cremalleras, broches, gomas, y miles de millones de mini material variado, si no tienes mucho de cada como para clasificarlo, lo guardaría en cajas pequeñas, dentro de otras grandes, tratando de homogeneizar el contenido
Te dejo enlaces donde ver y comprar todo esto, o tomar ideas:
-expositor para las cintas: link
-botes de plástico: link
-botes de cristal: link
-panel herramientas («peg board»): link
-lámina PVC para patrones: link
-archivadores-caja para revistas: link
-cestas para revistas a la vista: link
-expositor de hilos: link
-tubos porta patrones: link
-cesto grande para los rollos de telas: link
-cajones/cajas profundas para guardar las telas dobladas: link
-cajas para los retales: link
PASO 5: MAQUINARIA
No me entretengo en este apartado porque merece mucha extensión por lo súper personal de comprarse una maquina de coser y primas hermanas asociadas. Quiero recordarte que hice un post reciente acerca de las máquinas que hay en «maestros de la costura» por si es tu cumpleaños dentro de poco y no sabes qué pedir (puedes leerlo AQUI) y otro que escribí hace tiempo acerca de lo inconveniente de comprarse una máquina de coser barata. Los modelos han evolucionado porque el post no es reciente, pero la filosofía la mantengo (lo puedes leer aquí).
COMPAÑEROS DE TAREA
En este apartado os quiero hablar del maniquí y del “mundo plancha”
-El maniquí, si confeccionáis prendas, a mí me parece fundamental. Un proyecto que tengo pendiente es el de transformar mi maniquí con mis medidas, haciendo una funda y rellenándolo, como nos enseñaron en el curso de Eometric. Algún día lo haré (será pronto porque acabo de hacer un curso de Moulage y necesito PERO YA un maniquí con mis medidas). Mientras lo personalizo, tengo siempre a mano uno estándar de Singer, ajustable. La pega que le pongo es que es rojo, que no combina na-da con el entorno, y casi siempre lo cubro con alguna tela coordinada con la silla por ejemplo. En las fotos que os he puesto va “desnudo” para que quedara clara su presencia. Suele haber buenas ofertas en Amazon de vez en cuando, os dejo enlace y vais entrando por si suena la flauta. LINK)
-La plancha y la tabla. Aquí hay un dilema. Normalmente el uso que le damos día a día a la plancha no está relacionado con la costura. Al menos yo, a la semana plancho toneladas de ropa que no ha salido de mi habitación de costura, y por eso no tengo ahí la plancha y la tabla, sino en otra parte de la casa. Si planchas en esa habitación, o si tienes sitio para hacerte un mueble-plancha integrado allí, pues tienes mucha suerte y me das mucha envidia. Pero con las veces que repito que planchar es una etapa de la costura, debería recomendaros que los útiles de plancha los tengáis allí cerca. Yo no puedo, por espacio, así que esas etapas las hago paseando de la habitación a la terraza. Un día os hablé de mi tabla de planchar estratosférica, os recuerdo el link.
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